El atletismo adaptado se incorpora como disciplina en 2003 con el renacimiento de los Juegos Nacionales Evita.

El atletismo adaptado comprende al conjunto de competencias de velocidad modificadas para posibilitar la participación de deportistas con discapacidad. Las primeras competiciones oficiales para atletas con discapacidad tuvieron lugar en 1952, en la ciudad inglesa de StokeMandeville. Allí se realizaron las primeras carreras para deportistas en sillas de ruedas marcando un hito en el deporte adaptado internacional.

Asimismo, el atletismo forma parte del programa paralímpico desde la primera edición de los Juegos Paralímpicos de Roma, Italia, en 1960.

Con el tiempo, se han ido creando nuevas categorías para que deportistas con diferentes tipos de discapacidades puedan competir. Durante los últimos 20 años, el atletismo se ha consolidado como una de las disciplinas paralímpicas más extendidas ya que se practica en más de 120 países.

Los atletas se dividen de acuerdo a su capacidad funcional. Pueden competir en sillas de ruedas y con prótesis. Los deportistas con discapacidad visual pueden estar acompañados por una persona-guía que podrá correr a su lado unido por una cuerda.

Esta disciplina es regulada por el Comité Paralímpico Internacional (IPC) y la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).